Abubilla

(Upupa epops)

"Hoopoe"
"Poupa"

Orden: Bucerotiformes                                      Familia: Upupidae 

OBSERVACIÓN:

Con la llegada de la primavera, es fácil verlas picoteando en el césped continuamente en busca de alimento o posadas sobre las ramas de algún árbol. 

DESCRIPCIÓN:

Ave de aspecto peculiar e inconfundible, con tonos ocres en la mitad anterior del cuerpo, y listas negras y blancas en la mitad posterior del dorso. Pese a que ambos sexos resultan muy similares, el macho posee el color anaranjado del pecho de un tono más intenso. Además, ambos lucen en su cabeza una llamativa cresta de color ocre con las puntas negras, que suelen desplegar al posarse o cuando se dispone a levantar el vuelo, cuando está inquieta o durante el cortejo. 

Abubilla posada sobre uno de los árboles que componen el parque

Presentan un pico largo y ligeramente curvado con el cual perfora la tierra en busca de gusanos y larvas de insectos; y una cola amplia y negra, atravesada por una banda blanca. En vuelo, presenta unas alas blanquinegras muy anchas y redondeadas que bate irregularmente, otorgándole el aspecto de una gigantesca mariposa. En tierra su marcha es elegante, tanto si camina agitando la cabeza como si trota ligeramente

Popularmente, la abubilla es considerada un ave sucia a causa de su nido maloliente, situado generalmente en el agujero de un árbol. Al final de la cría es cuando el nido desprende un olor tan nauseabundo, por lo que es fácil descubrirlo. Por este motivo a menudo se le ha acusado de negligencia, hecho totalmente incierto. Bien es verdad que en el fondo del estrecho agujero, que los padres se esfuerzan por mantener limpio, pueden quedar restos de comida y deyecciones, pero en realidad lo que causa este olor desagradable es una secreción de la «glándula del obispillo» de las crías.

HÁBITAT:

En España ocupa una gran diversidad de ambientes, pero muestra preferencia por las formaciones boscosas abiertas como dehesas de encinas, alcornoques, robles melojos, y fresnos. En ocasiones se las puede observar en algunos parques y jardines de las ciudades.

ALIMENTACIÓN:

Se alimentan introduciendo su largo pico en la tierra blanda o en excrementos de animales en busca de insectos y sus larvas, aunque come preferentemente grillos y escarabajos de gran tamaño. En ocasiones también se alimentan de saltamontes, langostas, mariposas, hormigas, ciempiés, moscas, algunas arañas, escolopendras, ácaros y lombrices.

Ejemplar de abubilla

REPRODUCCIÓN:

La estación reproductora comienza a mediados de mayo con la búsqueda de un lugar para anidar. La puesta consta de 7-10 huevos, incubados únicamente por la hembra durante 17-20 días. Por lo general realiza una puesta al año, aunque ocasionalmente puede efectuar dos. Las cáscaras de los huevos tienen pequeños cráteres que sirven para retener la secreción uropigial de la hembra en su superficie lo que hace que vayan cambiando de color desde un tono azulado hasta un color marrón a lo largo de la incubación. La hembra se encarga de cebar a las crías con la comida que les proporciona el macho, y pasados 26-29 días, abandonan el nido, lo que suele ocurrir hacia finales de julio o principios de agosto.

NIDIFICACIÓN:

Suele anidar en huecos de árboles viejos, cavidades de edificios, grietas entre las rocas y montones de piedras. Una vez que encuentra el hueco adecuado, macho y hembra comienzan a limpiar el interior del nido, para después construir un somero lecho de hojas y hierbas.

CANTO:

Su canto es un característico "up-pu-pu-pu", grave y de largo alcance, que ha dado lugar a su nombre científico. En momentos de excitación emite también un grito áspero y ruidoso: "schiir".

MIGRACIONES:

Se trata de una especie migradora transahariana, aunque las poblaciones más meridionales (Extremadura, Andalucía, Levante, Baleares y Canarias) pueden ser residentes. Las zonas de invernada se distribuyen por todo el sur del Sáhara; sin embargo, algunos individuos más norteños no llegan a cruzar el Mediterráneo, quedándose en el sur de Europa. La migración posnupcial se produce de agosto a octubre; y la prenupcial, desde marzo hasta principios de mayo.

AMENAZAS Y CONSERVACIÓN:

Su principal amenaza radica en la reducción de los huecos naturales para anidar, en gran parte debido a una mala gestión agraria y forestal. Asimismo, la utilización de insecticidas disminuye su alimento. Se encuentra incluida en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial.

CURIOSIDADES:

Esta especie tiende a contener copiosas cantidades de heces en los nidos lo cual contribuye a su mal olor y sirve de protección contra sus depredadores. Sin embargo, la fama de su mal olor se debe principalmente a otro motivo. Las abubillas hembras que anidan, cuando son asustadas por un intruso, hacen salir una pequeña gota de una secreción oleosa pestilente que producen en una glándula situada en la base de la cola. Esa secreción tiene esas propiedades a causa de las bacterias simbiontes que crecen en la glándula, y que proporcionan al ave defensas frente a posibles patógenos. Las hembras impregnan su cuerpo con esa secreción oscura con frecuencia, pero además recubren voluntariamente los huevos con ella untándosela con el pico, lo que aumenta su éxito de eclosión.