Alcaudón común

(Lanius senator)

"Woodchat Shrike"
"Picanço-de-barrete-vermelho"

Orden: Passeriformes                                    Familia: Laniidae 

OBSERVACIÓN:

Si nos fijamos, en ocasiones podemos observarlos posados en las ramas de los árboles que nos encontramos a lo largo del Parque del Príncipe.

DESCRIPCIÓN:

Se trata de un ave de pequeño tamaño con un claro dimorfismo sexual en cuanto al color del plumaje. Los machos se caracterizan por su voluminosa cabeza, teñida de rojo, y por su manto negro, con amplias manchas blancas en las alas. La cola también es negra con los bordes blancos, y, además, presenta una marcada banda negra a modo de máscara en los ojos y frente. Su fuerte pico es negro y curvado, como sus ojos y sus patas son de color pardo grisáceo. En cambio, las hembras tienen las partes superiores parduzcas y las inferiores blanquecinas, y presentan manchas a modo de escamas. Los inmaduros son similares a las hembras.

Los alcaudones comunes son diurnos, su período de actividad comienza justo antes del amanecer y termina con la puesta del sol.

HÁBITAT:

Es un ave típica de paisajes mediterráneos abiertos, con arbolado y matorral disperso. Alcanza las mayores densidades en las dehesas de encinas y alcornoques con mucho pasto y, por tanto, sin excesiva carga ganadera. También se instala en matorrales con abundante cobertura, así como en manifestaciones poco densas de sabinas albares, robles melojos, fresnos y pinos. Igualmente ocupa sotos fluviales, olivares, almendrales, pastizales y llanuras cerealistas donde existan árboles y arbustos diseminados.

ALIMENTACIÓN:

El alcaudón común se alimenta casi exclusivamente de insectos aunque puede consumir otros invertebrados o vertebrados de forma esporádica y en cantidades insignificantes. Completa su dieta con escarabajos, saltamontes, cigarras y grillos. También comen con frecuencia hormigas, mariposas y sus orugas, chinches e himenópteros. Cuando escasean los insectos pueden comer también caracoles, lombrices, ciempiés y arañas. Los vertebrados como ratones, aves pequeñas y lagartijas también se encuentran entre sus presas potenciales, aunque solo intenta atraparlos en oportunidades particularmente favorables o en épocas de escasez de sus presas principales. Excepcionalmente el alcaudón común ingiere alimentos de origen vegetal, como moras y frutos de varias especies de Prunus, y en alguna ocasión se ha observado que practican el cleptoparasitismo.

Caza principalmente al acecho. Se sitúa en un posadero, generalmente en ramas a poca altura, postes o alambradas y espera largo rato a que aparezcan sus presas en el suelo para avalanzarse en picado sobre ellas. Casi dos tercios de las capturas se realizan por este método. También puede seguir por el suelo a las hormigas y otros insectos que aparezcan en grandes cantidades o atrapar insectos al vuelo. Se traga inmediatamente las presas de pequeño tamaño, quitando el aguijón antes a las abejas y avispas. Las presas más grandes las despedaza con ayuda de las patas para poder ingerirlas.

Además almacenan la comida, en especial las presas grandes, ensartándolas en las ramas interiores de los espinos.

Alcaudón macho proporcionándole comida a su cría

REPRODUCCIÓN:

Los alcaudones comunes alcanzan la madurez sexual al año de vida y a partir de entonces se emparejarán de forma monógama con una pareja distinta cada temporada. De hecho, se piensa que ya vienen emparejados de sus zonas de invernada. Ocasionalmente repiten la pareja del año anterior.

El cortejo por parte del macho no presenta elementos muy destacables. Realizan vuelos bajos y lentos y exhiben sus plumajes en lo alto de atalayas. De este modo, la pareja quedará sellada en cuanto la hembra acepte alguna presa del macho y lo siga al interior de los matorrales.

Inician la reproducción entre los meses de abril y mayo, poco después de llegar a los territorios de cría. La puesta consta de cinco a seis huevos de forma y color variable. La mayoría son de color crema, aunque a menudo son verdosos o rosados, y presentan motas oscuras en los extremos en diversas densidades. Regularmente producen segundas puestas.

Durante la incubación, que transcurre en poco más de dos semanas y es llevada a cabo por la hembra, ésta es alimentada por el macho. Después, tras la eclosión sincrónica de los huevos, ambos padres alimentan a las crías a lo largo de tres semanas y el grupo familiar permanece unido el resto de la estación, a veces incluso emprenden juntos la migración.

NIDIFICACIÓN:

La hembra, con ayuda del macho, construye un nido en forma de taza. Emplea ramas muy finas y flexibles, tallos herbáceos, musgo e incluso telas de araña. Tapiza el interior con pelo, lana y plumas.

A esta especie le gusta ubicarlo en arbustos espinosos (rosales) o arbustos y arbolillos densos (enebros, chaparros), y más raramente lo instalan en ramas horizontales de árboles.

CANTO:

Cuando se siente amenazado o quiere intimidar a un intruso, emite unos chasquidos ásperos, muy seguidos y rápidos ("chart-chart-chart"), que recuerdan a los proferidos por las urracas.

MIGRACIONES:

Todas las poblaciones europeas y norteafricanas migran y cruzan el Sáhara tras el periodo reproductor. Invernan en las sabanas africanas y en Arabia Saudí. A la Península llegan entre los meses de marzo y mayo, y se marchan durante el verano y a principios del otoño.

AMENAZAS Y CONSERVACIÓN:

Esta especie está catalogada como "Casi amenazada" en el Libro Rojo de las Aves de España y está incluida en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial. Las poblaciones europeas han sufrido los cambios en las prácticas agrarias. Por un lado, el abandono de la ganadería en régimen extensivo ha provocado la pérdida de pastizales que se han cubierto de matorral. Por otro lado, la modernización de las explotaciones agrarias ha conllevado la pérdida de alimento como consecuencia del empleo abusivo de plaguicidas. A su vez, es un ave que, como tantas otras migradoras, también se ve afectada por los cambios de uso que se están produciendo en los territorios de invernada en África. Aquí padece, además, la presión cinegética y las fuertes sequías.