Buitre leonado

(Gyps fulvus)

"Griffon vulture"
"Abutre-fouveiro"

OBSERVACIÓN:

En el censo de buitre leonado (Gyps fulvus) en Extremadura se calculan 1.600 parejas reproductoras, con una estima más real de 2.000 parejas repartidas en 198 localidades: 156 colonias y 42 parejas aisladas un 6,3% de España. La zona con mayor importancia es, con gran diferencia, Monfragüe, que acoge 650-800 parejas, el 42% de Extremadura, casi todas en las 18.000 hectáreas del Parque Nacional: Salto del Gitano o Peña Falcón, en la entrada desde Trujillo, impresionante cantil rocoso, sin duda, el paraje más simbólico y fotografiado de Monfragüe. La comunidad de aves que alberga es igual de impresionante, con la mayor buitrera de buitre leonado en zona de uso público (más de 100 parejas entre ambos lados y más de 400 ejemplares en ocasiones).

No obstante, es posible observar bandadas de estos ejemplares desde otros muchos puntos de la ciudad, incluido desde el Parque del Príncipe. En numerosas ocasiones, si miramos al cielo podremos observar e identificar a varios ejemplares sobrevolando el parque.

DESCRIPCIÓN:

El buitre leonado es una rapaz inmensa e inconfundible, dotada de excelentes adaptaciones para la detección y el consumo de carroñas de gran tamaño. Con más de 2,5 metros de envergadura y un peso de 6-9 kilos, este carroñero es una de las aves más voluminosas de Europa y también una de las más longevas. Apenas existe dimorfismo sexual -al margen de sutiles diferencias difícilmente apreciables en el campo- en cuanto a tamaño y diseño. Las aves adultas tienen una coloración general pardo-grisácea, con las regiones dorsales algo más pálidas, en contraste con las rémiges oscuras, mientras que las ventrales son de tonos marrones y pueden aparecer sutilmente listadas con un tono más claro. Los juveniles, por su parte, son de color marrón rojizo, más oscuro que en los adultos, y poseen un plumaje compuesto por plumas lanceoladas con finas estrías claras, que son renovadas progresivamente por otras de perfil redondeado. Visto de cerca, en el aspecto del buitre leonado llaman la atención varios detalles morfológicos en la cabeza y el cuello, como el poderoso pico, la característica gola de plumas y el largo y desplumado cuello, cubierto tan solo por un fino plumón, que se adapta perfectamente a la explotación del interior de los cadáveres. Es precisamente en esta zona anatómica de la rapaz donde se pueden apreciar con mayor facilidad las diferentes edades de las aves. Así, los buitres adultos tienen el pico de color hueso, la gola blanca y algodonosa, el plumón de la cabeza claro y el iris de color amarillento o ambarino, mientras que los ejemplares juveniles lucen una gola muy patente y desflecada, compuesta por largas plumas lanceoladas de color rojizo, y tienen el iris y el pico negros. A medida que transcurren los años, los buitres leonados van pasando por diferentes plumajes intermedios -que también afectan a los caracteres antes descritos-, en los que, progresivamente, adquieren la librea del adulto, cosa que sucede cuando cuentan con siete u ocho años.Visto en vuelo, el buitre leonado -que se remonta con las alas ligeramente en "V"- ofrece una silueta inconfundible, con las alas largas y anchas y una reducida cola. También en estos momentos se pueden diferenciar las edades de las aves, ya que los adultos tienen, comparativamente, la cola más corta que los juveniles y el borde posterior del ala más recto, mientras que estos lo presentan aserrado.

HÁBITAT: 

A la hora de criar, el buitre leonado se instala en cortados rocosos, ya sea en zonas de montaña -donde alcanza los 2.000 metros de altitud- o en cañones fluviales, siempre relativamente cerca de áreas abiertas con 4 escaso arbolado y abundante cabaña ganadera donde busca su alimento.

ALIMENTACIÓN: 

Se trata de una especie netamente carroñera (es decir, no cazan/matan a sus presas, sino que se alimentan de animales muertos previamente) y especializada en el consumo de grandes ungulados, tanto silvestres como, especialmente -al menos en nuestro territorio- domésticos, razón por la cual se encuentra muy ligado a las actividades pastoriles del hombre. Actualmente, también frecuenta con asiduidad vertederos, donde obtiene abundantes restos.

En ocasiones se han visto ejemplares matando a sus presas, sin embargo, éstas ya estaban heridas o enfermas.

Además, cuando una presa presenta una piel demasiado gruesa para su pico, los buitres esperan a que otros depredadores los desmiembren primero y más tarde se alimentan de los restos que éstos han dejado.

REPRODUCCIÓN: 

Es una especie colonial, que suele agruparse para criar en números elevados, a veces de varios cientos de parejas. La reproducción de buitre leonado se ubica en mes de diciembre y culmina en el mes de abril, ya que en este período la hembra está en celo. Es decir, comprende 4 meses de desarrollo para que nazca un nuevo ejemplar. 

NIDIFICACIÓN: 

El nido se sitúa, generalmente, en repisas y cuevas de cortados rocosos, aunque también se puede ubicar en un árbol; en este último caso, suele emplazarse sobre un nido antiguo de buitre negro o águila imperial. En ciertas zonas, donde la densidad de buitre leonado es alta o la disponibilidad de cortados escasa, ocupa con frecuencia nidos de otras especies rupícolas, como el alimoche común, el quebrantahuesos, el águila real, el águila-azor perdicera y la cigüeña negra. Cuando el buitre leonado acomete directamente la construcción del nido -que realizan ambos sexos-, emplea palos, paja, lana y otros materiales, para conformar una somera plataforma, de no más de 20-30 centímetros de altura, de la que quedará poco una vez que finalice el periodo reproductor. Todavía en invierno, los buitres leonados se entregan a frecuentes vuelos de cortejo para reafirmar los lazos de pareja, que son muy intensos y se mantienen de por vida. La puesta suele acontecer muy tempranamente, entre mediados de enero y mediados de febrero, y consta de un solo huevo de color blanco, en ocasiones moteado ligeramente. La incubación se prolonga durante 48-54 días y de ella se ocupan ambos sexos de forma bastante equitativa. El cuidado del único pollo supone una larga dedicación por parte de los adultos, que tendrán que alimentarlo durante los 110-115 días que supone su largo desarrollo e, incluso, algún tiempo más, hasta que a finales del verano o comienzos del otoño pueda valerse por sí mismo. A pesar de todo, con 80-90 días el joven buitre ya se desplaza por la repisa y hasta se permite volar cortas distancias, sin que ello suponga que ha alcanzado la madurez suficiente como para dejar el nido.

CANTO: 

Es un ave silenciosa salvo en las disputas por las carroñas o por los mejores emplazamientos en posaderos y dormideros, cuando emite una larga serie de sonidos guturales y bufidos. 

MIGRACIONES: 

Se trata de una especie residente en la Península, capaz de acometer desplazamientos de notable radio en busca de alimento; no obstante, los ejemplares jóvenes realizan habitualmente importantes movimientos dispersivos y erráticos por toda la Península y llegan, incluso, a cruzar hasta el norte de África. El estrecho de Gibraltar registra importantes movimientos de buitres leonados en octubre y noviembre, así como entre abril y mayo. 

AMENAZAS Y CONSERVACIÓN: 

Debido a su espectacular recuperación demográfica, el buitre leonado no cumple actualmente los criterios para ser asignado a ninguna categoría de amenaza. Sin embargo, el repunte de la execrable práctica de envenenar los campos y la nueva legislación sobre el tratamiento de los cadáveres y restos del ganado doméstico (como consecuencia de las recientes crisis sanitarias acaecidas en la Unión Europea) suponen graves amenazas para la especie a medio plazo. Además del veneno y la escasez de alimento en algunas regiones, se enfrenta a otros problemas, como las bajas sufridas en parques eólicos, los accidentes en tendidos eléctricos y las perturbaciones en las colonias de cría. No obstante, para seguir contando con una saludable población de buitres leonados, dado su actual número bastaría con esforzarse en mantener un control del estado de la especie mediante censos periódicos, así como con atajar radicalmente el uso ilegal de venenos y con adoptar algunas medidas tendentes a flexibilizar tanto la legislación referida al tratamiento de restos de animales domésticos, como a la relacionada con la gestión de vertederos y muladares. La especie aparece en Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial. 

CURIOSIDADES:

La importancia del buitre leonado en la naturaleza es fundamental, pues se encarga de eliminar de forma rápida los restos de los animales que fallecen en la naturaleza, impidiendo que se contamine con la putrefacción prolongada de los mismos. Tiene la misma función e importancia que nuestros basureros, cuya ingrata labor nos facilita enormemente la vida a los demás. Por ello, la humanidad les asocia con la guerra y con la muerte, puesto que, a menudo, se les ha visto aparecer en diversas batallas acontecidas a lo largo de la historia y posteriormente alimentarse de los cuerpos sin vida de los caídos.

Por otro lado, el ácido estomacal de los buitres es tan corrosivo que puede digerir materia putrefacta infectada por bacterias, virus y toxinas, y algunos metales sin consecuencias dañinas.

Los buitres comen de manera impulsiva y más allá de saciarse, de modo que se quedan algo "amodorrados" tras la excesiva ingesta (al igual que nos ocurre al ser humano con nuestra famosa "siesta" después de la comida). Por ello, además, pueden llegar a vomitar el contenido de su estómago cuando se sienten amenazados, de manera que puedan distraer a sus depredadores y aliviar la carga de su peso y así poder emprender el vuelo con mayor facilidad.