Golondrina común
(Hirundo rustica)
Orden: Passeriformes Familia: Hirundinidae
OBSERVACIÓN:
En ocasiones podemos observarlas volando por los alrededores del Parque del Príncipe, raramente posadas en el suelo, tan sólo cuando paran para beber agua de algún charco próximo.
Golondrina común posada sobre un tejado
DESCRIPCIÓN:
Se trata de un ave pequeña, grácil y aerodinámica, de color negro, con reflejos azules metálicos por arriba y blancos crema en las partes inferiores. Su frente, barbilla y garganta, son de color rojizo y presentan un collar negro. Las alas, largas y apuntadas, muestran tonos blancos en la parte inferior delantera y su cola, muy larga y ahorquillada, es de color negro, con pequeños óvalos blancos cuando la extiende Posee patas cortas sin emplumar, boca muy ancha, y pico corto, plano y negro. La apariencia de la hembra es similar a la del macho, pero las plumas de la cola son más cortas, el azul de la parte superior y de la banda del pecho es menos lustroso y el pecho y abdomen son más pálidos. Los juveniles lucen tonos negros mate, tienen la frente y la garganta naranjas y una cola mucho más corta.
De vuelo ágil, rápido y acrobático, la golondrina común ocupa en el espacio aéreo las capas bajas, por debajo de aviones y vencejos. A diferencia de éstos últimos, las golondrinas se pueden posar horizontalmente, ya que la longitud de sus patas les proporcionan un apoyo adecuado para iniciar el vuelo de nuevo desde el suelo.
Relativamente fáciles de ver, no es raro observarlas posadas una junto a otra en los cables eléctricos o en las barandillas de los balcones. Un collar negro, con babero y frente roja y un dorso negruzco con reflejos azulados, nos confirman que estamos en presencia de esta especie tan común en nuestros pueblos y campos.
HÁBITAT:
Las golondrinas se han adaptado a vivir muy cerca del hombre, criando en granjas o casas de labradores, siendo más escasas en las ciudades. Sin embargo, podemos encontrarlas en zonas campestres y urbanas, donde frecuentan establos, porches, patios y terrazas.
ALIMENTACIÓN:
Es un ave insectívora. Las presas más consumidas son moscas y mosquitos. También caza hormigas voladoras, avispas, chinches y pequeños escarabajos. El método de captura consiste en vuelos acrobáticos de persecución, a veces en pequeños grupos, a baja altura y no lejos del nido.
Debido a la gran cantidad de insectos que son capaces de consumir, se han convertido en el aliado perfecto de granjeros y agricultores, ya que limitan las poblaciones de insectos que dañan las cosechas e impiden que se transmitan enfermedades al ganado.
REPRODUCCIÓN:
El período de crías es variable, pues en el sur suele comenzar en marzo y finalizar en julio, mientras que en el norte generalmente comienza en el mes de mayor y concluye en agosto. La longitud de la cola en los machos constituye un carácter de selección sexual: cuanto más larga, antes se emparejan y más pollos crían.
Aunque se trata de un ave monógama, en ocasiones un macho cría con dos hembras simultáneamente, y la paternidad fuera de la pareja resulta frecuente. Incluso hay hembras que ponen huevos en nidos de otras golondrinas comunes.
Normalmente efectúa dos puestas, a veces tres, y el tamaño de la puesta decrece en el tiempo; así, la media suele ser de 5 huevos en la primera puesta, 4,5 en la segunda y 4 en la tercera. Los huevos, de color crema y con pintas rojizas, son incubados por la hembra durante unos 15 días aproximadamente. La pareja ceba con mucha frecuencia a los pollos, hasta que vuelan a los 20-25 días de edad.
Llega a vivir al menos 15 años.
NIDIFICACIÓN:
Nidifica en solitario o en colonias poco compactas, y es fiel al lugar de cría y a la pareja. El nido, construido por ambos sexos en unos 10 días, consiste en una copa abierta de bolas de barro, adherida a una pared y bajo cubierta. Los nidos son reparados y reutilizados durante varios años.
CANTO:
Consiste en un parloteo musical y acelerado, formado por gorjeos encadenados con final característico: un "prrr" áspero. Es un ave muy cantarina que emite reclamos frecuentes, sobre todo un agudo "uit, uit". Las llamadas de alarma incluyen un agudo "siflitt" para depredadores como los gatos y un "flitt-flitt" para aves de presa.
MIGRACIONES:
Las aves españolas invernan en el golfo de Guinea y regresan de forma paulatina al área de cría, con un desfase de hasta tres meses entre el norte y el sur. En Andalucía y Extremadura normalmente empiezan a verse en enero, con llegada masiva desde febrero; en el centro y el este de la Península suelen hacerlo un mes después, y en la Meseta norte y la cornisa cantábrica no se vuelven comunes hasta abril. Los machos más viejos retornan antes, y en décadas recientes se ha constatado un regreso más temprano, unas tres semanas antes. Durante el paso otoñal hay cierta segregación de espacio y tiempo entre aves locales y migrantes del oeste de Europa. Las golondrinas españolas abandonan las zonas de cría desde julio, en el sur, hasta principios de septiembre, mientras que los ejemplares en paso suelen moverse, siguiendo la costa mediterránea, en septiembre y octubre. A partir de junio se reúnen en dormideros, formados al principio sobre todo por juveniles.
AMENAZAS Y CONSERVACIÓN:
A pesar de que la golondrina es un ave muy común y la cual todos conocemos, está en declive según el programa de Seguimiento de las aves Comunes Reproductoras de España (SACRE), programa que realiza SEO/BirdLife. Entre los principales problemas cabe citar el uso indiscriminado de plaguicidas e insecticidas en el campo para mejorar las cosechas, que reducen la cantidad de insectos, de los que se alimenta. Además, numerosas personas destruyen sus nidos argumentando razones de suciedad, ya que los excrementos pueden acumularse bajo el nido.
Por este motivo, aparece como "De interés especial" en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.