Lavandera blanca
(Motacilla alba)
"White Wagtail"
"Alvéola-branca"Orden: Passeriformes Familia: Motacillidae
OBSERVACIÓN:
Es posible observarlas en el Parque del Príncipe, por donde se pasean tranquilamente en busca de alimento.
DESCRIPCIÓN:
La lavandera blanca o aguzanieves (popularmente conocida como pajarita de las nieves o pitita) es una pequeña ave paseriforme que mide unos 18 cm de longitud y posee dos características que la hacen inconfundible: su inquieta cola que sube y baja, y que cuando camina lo hace moviendo la cabeza hacia delante y hacia atrás rítmicamente. En esta especie existe dimorfismo sexual: el macho presenta el vientre blanco y el pecho y el dorso de color negro, y su cola es larga y de color negro con el borde de color blanco. En cambio, la hembra es muy parecida al macho, aunque ésta tiene el dorso de un color más claro. Los individuos inmaduros tienen la cabeza también más clara, de color gris, y las patas y el pico de color negro. Sus ojos resaltan al ser de color negro sobre las mejillas blancas.
Cuando vuela, lo hace de forma rápida y enérgica, dejando las alas plegadas junto al cuerpo, realizando varias ondulaciones antes de posarse en un nuevo oteadero. Cuando llega la noche, las lavanderas se suelen reunir en grandes bandadas que se dirigen a los dormideros.
Lavandera blanca alimentándose
HÁBITAT:
El hábitat es muy variado, en muchos casos con influencia humana y próximos al agua, tales como ríos, arroyos, charcas, lagunas, estanques, pastizales, huertos, regadíos, parques y jardines. En invierno suele formar dormideros en árboles, muchas veces dentro de zonas urbanas, y en la vegetación palustre.
ALIMENTACIÓN:
Se trata de un ave insectívora cuya dieta consta de una gran variedad de insectos terrestres y acuáticos, aunque destaca el consumo de larvas y adultos de moscas y mosquitos. La técnica más empleada para capturarlos consiste en la búsqueda y el picoteo en el suelo y en las aguas someras, con ocasionales persecuciones. Se alimenta en solitario o en pequeños grupos.
REPRODUCCIÓN:
Es un ave monógama y muy territorial. Las parejas comienzan a formarse en los últimos días de febrero. El cortejo se efectúa en el aire, donde la hembra es perseguida por dos o tres machos. Ya en el suelo, el macho que domine la situación se acerca a la hembra e infla su negra garganta.
El periodo de cría se extiende entre abril y mayo, y pueden efectuar hasta tres puestas al año. Cada puesta se compone de 4 a 6 huevos, blanquecinos y con finas motas, que son incubados por ambos sexos durante unos 12 días, aunque la hembra realiza la mayor parte del trabajo. A los 10-15 días desde su nacimiento, las crías, cuidadas por ambos progenitores, abandonan el nido. La primera pollada del año, después de salir del nido, es atendida por el macho, ya que habitualmente la hembra ya ha iniciado la segunda puesta.
NIDIFICACIÓN:
El nido es elaborado por ambos progenitores. Suele construirse en huecos rocosos, cerca de acantilados, muros de piedra o paredes rocosas. También se han encontrado nidos en edificios abandonados o bajo puentes. Se trata de una taza herbácea de pequeño tamaño formada por pequeñas ramas y hierba seca.
CANTO:
El reclamo de la lavandera blanca, a menudo emitido en el vuelo, se compone de dos notas agudas, fuertes y secas ("tsi-sitt"). El canto consiste en una sucesión de notas similares al reclamo, aunque con gorjeos que recuerdan a una golondrina.
MIGRACIONES:
Se considera que las aves españolas son sedentarias, aunque realizan movimientos trashumantes y altitudinales de corto y medio alcance.
AMENAZAS Y CONSERVACIÓN:
No es una especie amenazada. Las posibles amenazas derivan de la pérdida de hábitat por cambios en los usos del suelo, la urbanización, el abuso en el empleo de plaguicidas o las molestias en los dormideros. Aparece como "De interés especial" en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.
CURIOSIDADES:
En varias provincias alemanas se considera a la lavandera la patrona de los cerveceros y sus clientes. Este curioso mito surgió en Hessen, ya que la tradición requería que las tabernas produjesen su propia cerveza en el mismo lugar de la venta. El proceso de elaboración de la cerveza emitía un aroma que atraía a varias especies de aves, pero de todas ellas, la lavandera es la que supo aprovecharse mejor de los residuos de la producción de la cerveza. Por aquel entonces, la gente creía que si uno le daba de comer a una lavandera, ésta le enseñaría el camino de vuelta a su casa, en caso de estar muy embriagado.