Pícea común

(Picea abies)

"European spruce"
"Pícea-europeia"

                                                  Orden: Pinales                          Familia: Pinaceae 

DESCRIPCIÓN:

Árbol de porte cónico, que puede superar los 40 m de talla. Es semejante al abeto blanco, pero se diferencia fácilmente de éste en caracteres de la superficie de las ramillas, las hojas y de la piña. 

Hoja: Hojas aciculares de ápice agudo, verde oscuras por los dos lados, duras, de unos 1'5-2'5 cm, sin bandas blancas, insertas por una base decurrente que, al caer la hoja, deja al ramillo áspero. Las ramillas tienen la superficie con relieve, como cubiertas de plaquitas longitudinales sobresalientes sobre las que se insertan las acículas. Éstas son de color verde vivo, finas, curvadas, de sección cuadrangular o romboidal e insertas en las ramas sobre un pequeño saliente que se prolonga en la ramilla. Si se arranca con cuidado una hojita, suele llevarse consigo una pequeña parte de corteza que corresponde a este saliente.

Fruto: Piñas de unos 10-18 cm, situadas en el extremo de las ramas, colgantes, de superficie lisa, sin que sobresalga la escama tectriz, no se desarticulan en la madurez.

ECOLOGÍA:

Es una especie exigente en agua y muy poco tolerante a los periodos de aridez aunque sean cortos y de pequeña intensidad. Aguanta bien los fríos invernales y soporta mal las elevadas temperaturas del verano. Puede desarrollarse tanto en suelos silíceos como con carbonatos. 

DISTRIBUCIÓN:

Vive en Europa central y septentrional, desde los Alpes hasta el oeste de Rusia, donde es muy común. También se puede encontrar en los montes en antiguas parcelas forestales en el norte de España, aunque no es autóctono.

CURIOSIDADES: 

En España se cultiva con frecuencia como ornamental y para su venta como árbol de Navidad, ya que se prefiere a los pinos y a otros abetos.

Produce una madera de buena calidad, apreciada especialmente para carpintería de interior. En las mayores altitudes de las montañas, aparecen ejemplares que muestran unos crecimientos muy lentos (2 ó 3 cm en más de 10 años), que producen la denominada "madera de resonancia", muy apreciada para la fabricación de instrumentos musicales. Entre ellos se encuentran los famosos Stradivarius.