Ruiseñor común

(Luscinia megarhynchos)

"Hoopoe"
"Rouxinol"

Orden: Passeriformes                                           Familia: Muscicapidae

OBSERVACIÓN:

Con la llegada de la primavera es posible verlos posados en las ramas de algunos árboles. Nos llamarán la atención mientras entonan su sonoro y peculiar canto.

DESCRIPCIÓN:

Ave estilizada, de pico fino y cola larga. Hembras y machos son iguales. Su manto y sus alas presentan un color pardo ocráceo uniforme, excepto en la cola, que posee un distintivo tono pardo rojizo. Las partes inferiores, mucho más claras, tienen color blanco crema. Este pájaro, muy escondidizo, rara vez abandona la protección de la espesura de la vegetación, pero resulta muy fácil de detectar por su inconfundible canto, muy sonoro, emitido incansablemente durante el día y la noche. Los jóvenes volantones, previamente a la muda parcial de su plumaje que tiene lugar antes de que comience la migración, exhiben un plumaje pardo que muestra plumas manchadas en su extremo con motas amarillentas. Los adultos se pueden confundir con carriceros comunes y ruiseñores bastardos, con los que a veces conviven en malezas ribereñas. Sin embargo, los carriceros presentan un tono ocre más pálido y amarillento, y carecen de la cola rojiza que luce el ruiseñor común. Lo mismo sucede con el ruiseñor bastardo, que además tiene una conspicua línea blanca sobre el ojo y posee unas alas y una cola cortas y redondeadas. 

Ruiseñor común entonando su sonoro canto

HÁBITAT:

Se observa en un amplio espectro de ambientes, pero abunda especialmente en parajes con elevada humedad. Es muy común en las riberas de los ríos, arroyos y lagunas con densa vegetación herbácea y arbustiva. También resulta frecuente en bosques montanos húmedos, cerrados o abiertos, pero siempre con cierta cobertura de arbustos. Igualmente, en la mitad norte española se reproduce en campiñas de cereal o pastizal con linderos de zarzas y arbustos. 

ALIMENTACIÓN:

Eminentemente insectívoro, consume escarabajos, hormigas, mosquitos, arañas, gusanos, etc. Captura sus presas buscando en la hojarasca o al vuelo. A finales del verano, y ya en plena migración, completa su dieta y acumula reservas grasas con la ingesta de frutos (zarzamoras, bayas de saúcos, etc.). 

REPRODUCCIÓN:

Se trata de un ave muy territorial. Los machos suelen llegar antes que las hembras a los territorios de cría y demarcan su área de reproducción con el canto. Entre los meses de abril y junio tienen lugar el cortejo y la construcción del nido.

Efectúa una sola puesta. Pone de cuatro a seis huevos, a veces tres o siete, que son verdes, grisáceos o rojizos. Los pollos nacen tras 13-14 días de incubación y abandonan el nido antes de cumplir dos semanas de vida.

NIDIFICACIÓN:

Sitúan el nido en el suelo o aprovechando la leve elevación que ofrecen las ramas caídas en él, y ubicado en zonas con vegetación muy densa. Esta especie construye una taza somera a base de hojas secas y hierbas, cuyo interior recubre con una capa de hierbas finas y pelo. 

CANTO:

Los machos profieren un canto muy elaborado e inconfundible por su musicalidad y variedad. Casi siempre comienzan con piídos suaves, que van emitiendo con intensidad y frecuencia crecientes (puiii-puiii-puii-puii-puii), para a renglón seguido romper con sonoras notas. Cada nota la repiten de tres a ocho veces in crescendo, hasta que cambian de nota, o bien producen un chasquido o gorjeo con el que rematan la melodía bruscamente. Tras llegar a los territorios de cría, los machos cantan de día y de noche. Durante el día establecen "combates" sonoros con otros congéneres de su mismo sexo, y por la noche continúan cantando, pero ya más pendientes de atraer a las hembras.

MIGRACIONES:

Las poblaciones europeas son migradoras totales. Entre agosto y octubre se produce el paso otoñal por España, donde se canaliza la migración de las aves europeas, que invernan en África occidental y central. 

AMENAZAS Y CONSERVACIÓN:

El ruiseñor común se considera "De interés especial" en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas. Es un ave común, pero no está exenta de agresiones. Como tantas otras, desaparece de las riberas de los arroyos y ríos que son canalizados o de los que se elimina la vegetación. Como otros pájaros insectívoros, también se ve afectado por el uso de plaguicidas. Por el contrario, su presencia aumenta en parajes agrarios en proceso de abandono y allí donde la recuperación del bosque de ribera y de ladera favorece ambientes umbrosos y frescos. 

Ruiseñor común