¿Sabías que...

estamos comiendo insectos al mismo tiempo que saboreamos un higo?

Cuando nos comemos un higo de la higuera (Ficus carica), suele endulzarnos la boca con la gran cantidad de hidratos de carbono que tiene, la mayoría de las personas saben que se necesitan a los insectos  para que se produzcan los frutos, pero seguro que muchas personas no saben, que cuando nos comemos un higo, también nos estamos comiendo a las avispas de los higos, Blastophaga grossorumen el caso de la higuera mediterránea.  Es una de las especies de avispas encargadas de la polinización de los higos, ésta la realizan las avispas hembras que entran al sicono por un orificio natural llamado ostiolo y ponen los huevos dentro de éste. Al moverse polinizan las flores y ahí mueren.

Existen hasta 900 especies de higueras y cada una, necesita que una avispa de la familia Agaonidae (una distinta para cada especie de Ficus) penetre en la inflorescencia y polinice las flores femeninas, cuya maduración posterior dará lugar a un higo. Es un complejo e interesante proceso biológico de Entomogamia (polinización con ayuda de insectos), en el que participan las avispas del género Blastophaga que han coevolucionado con la higuera, de ahí el nombre de avispa de la higuera

El "fruto" de la higuera silvestre es en realidad una infrutescencia (grupo de frutos), procedente de un receptáculo carnoso que oculta en su interior a las flores, masculinas, femeninas y estériles o flores-agallas (modificadas de estilo corto que se caracterizan por formar una agalla al ser picadas por la avispa de la higuera).

El proceso de fecundación consiste: una hembra alada de la avispa o un número pequeño de ellas entran en la cavidad a través del ostiolo, reconocen las flores estériles o flores-agalla y depositan en ellas los huevos. En primer lugar eclosionan los machos, que al ser ápteros se arrastran buscando flores-agalla con hembras, para a continuación insertar su apéndice abdominal a través de la pared de estas flores y fecundar a las hembras. Su segunda tarea consiste en abrir un camino de salida a través de la dura pared del higo, después, mueren en seguida sin haber salido del higo.

Horas después, las hembras fecundadas salen al exterior por los túneles que abrieron sus desafortunados compañeros; como para entonces las flores masculinas de la planta ya están maduras, desprenden de manera simultánea el polen. Las hembras son aladas y vuelan en busca de otros higos tiernos para depositar una nueva puesta de la que será la 2ª generación de avispas. 

Hay especies de higueras (cultivadas por el hombre) en las que no hay flores-agalla, predominando en unas las flores masculinas y en otras las femeninas. Las avispas penetran en el interior para hacer la puesta, pero al no encontrar las flores estériles, salen, rozando en el camino a los estigmas y fecundando las flores con el polen que traen consigo. A veces mueren en el intento y quedan en el interior del higo; por lo que es frecuente que cuando comemos higos estemos comiendo también a las avispas, generalmente avispas macho, que no son aladas y son las encargadas de abrir un agujero para la salida de las avispas hembra.

Información obtenida de Asturnatura y Ciencias y cosas.